Uno de los errores mas comunes del freelance, sea diseñador o contador, es el brindar nuestros servicios en forma gratuita a familiares y amigos. ¿Cómo? ¿Cobrar a la familia? ¿Cobrar a los amigos? Si, y aquí van los fundamentos:
Al no cobrar a un familiar o amigo:
- Quitamos seriedad a nuestro trabajo, dando una imagen que nuestro trabajo no es tal, sino un “pasatiempo” que tenemos.
- Puede ser complicado, en el caso de los amigos, poner el límite de cobrar y no cobrar. ¿Cuan amigo es este?
- Corremos el riesgo de perder esa amistad o pelearnos con ese familiar. La otra persona puede ser tan exigente como el cliente que mejor paga, y nuestra predisposición ante un trabajo gratuito por lo general es: “Va de arriba… no seas pretencioso”.
- Cohartamos las ideas del “cliente” sobre el proyecto. La otra persona tambien siente que no puede decir mucho… “a ver si todavía se ofende”.
Al cobrar a un familiar o amigo:
- Podemos hacer un descuento sobre el trabajo por el lazo que nos une, y con eso calmar nuestro sentimiento de culpa si es que lo tuvieramos.
- Nos perfilaremos de manera mas profesional hacia el trabajo sabiendo que no solo nuestro compromiso corre por nuestros sentimientos sino tambien por el compromiso de un trabajo pago.
- Le daremos libertad a la otra persona para discrepar y buscar lo que realmente desea… al fin y al cabo está pagando por ello.
- Valorizamos nuestro trabajo como tal. Nuestro tiempo vale. Dejamos de pensar como aficionados.
En el caso de la familia, está claro que no hablamos de los lazos mas cercanos (no quiero ocasionar ninguna riña con la pareja de nadie).
Este es el comienzo de una serie de tips que seguramente harán no sentir tan solo a mas de uno, entendiendo que hasta el mas profesional cae de vez en cuando en estos errores. Toda colaboración que quieran hacer para publicar un error que consideren usual en el trabajo freelance es bienvenida… se publicará en el blog y se pondrá la encuesta para evaluar que tan común es.
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